¿Quieres meditar pero no sabes por dónde empezar? En esta entrada te comparto algunas claves básicas para que consigas meditar de forma fácil y adaptada a ti mismo.
Mucho se oye sobre meditación, y muchas veces podemos sentirnos abrumados de tanta información, tanto, que finalmente desistimos por no saber ni por donde empezar.
Meditar es muy sencillo, pero ¡cómo lo podemos llegar a complicar! Resulta interesante reflexionar sobre esto, ya que no solo nos pasa con el tema de la meditación, sino que, en nuestra vida diaria, a veces tendemos a transformar cualquier cosa, que en su inicio era muy sencillo en algo súper complicado. Esto también se relaciona con el merecimiento, con el sentirnos merecedores, o no, de una vida fácil y fluida. Pero este es otro tema, del que podré hablaros más adelante.

Lo que me gustaría compartir aquí es la idea clave de que meditar es algo muy sencillo, que no requiere de complicaciones, ni de rituales, ni de posturas, ni de inciensos, ni velas, ni de lugares especiales... Meditar podemos meditar en cualquier momento, con cualquier postura, etc. Esto no quiere decir que lo que digan otras personas sobre meditar no sea válido, al contrario, me parece que el tener algunas especificaciones pueden ayudarnos al principio a conectar con nuestro interior, con nuestro corazón, con nuestra Luz, por el mero hecho de que el hacer un ritual previo puede ayudarnos a ir guiando nuestra mente hacia el ir suavizando el parloteo mental que diariamente nos acompaña.

A continuación, comparto contigo algunas consideraciones que puedes plantearte en relación a la meditación:
A veces nos ponemos excusas, como el tiempo, para no meditar, sin embargo, la meditación podemos entenderla como un regalo que nos hacemos diariamente a nosotros mismos. No es necesario dedicarle más de 20 minutos a la meditación, podemos meditar sin tiempo, es decir, en 3 minutos o en 1 hora. ¡¡No existe un tiempo para meditar!! Ve eligiendo el tiempo que inviertes en estar contigo en función de como lo vayas sintiendo. De nada sirve obligarnos, se trata de disfrutar.

- Tampoco es necesario hacerla en posición de loto, puesto que se trata de sentirnos relajados y posicionados de forma confortable, por lo que podemos meditar sentados o reclinados, o tumbados. Lo importante es poder dedicar unos minutos a relajarnos, observar, desapegarnos y sentirnos.

- Es beneficioso meditar con ropa cómoda y holgada, simplemente porque cuando meditamos nuestro cuerpo pasa a un segundo plano y ya no le damos la importancia que le otorgamos en nuestra vida diaria, porque meditando el cuerpo y la mente se relajan profunda y agradablemente. Por lo tanto, meditar con ropa cómoda puede beneficiarnos en el sentido de no tener que estar incómodos sintiendo algo que nos apriete, o presione, y así facilitar a nuestra mente el no tener que ocuparse de nimiedades en ese momento y abrir la puerta, sin obstáculos, a la relajación y a la paz.

- Buscar un lugar tranquilo nos facilita la relajación, aunque realmente se puede meditar en cualquier sitio. Esto es fundamental tenerlo en cuenta, y saber que aunque en el exterior haya caos, ruido, movimiento, la meditación nos va a mostrar que podemos encontrar la Paz que hay en nuestro interior, aunque en el exterior tengamos ese panorama. De hecho, encontrar un lugar tranquilo para meditar nos puede resultar beneficioso al principio, cuando aún no tenemos un hábito desarrollado, pero gradualmente iremos dándonos cuenta de que para meditar solo hace falta "elegir querer conectar con tu interior", sin importar nada más.

- Si nos liberamos de expectativas y simplemente nos abrimos a sentir, nos sentiremos mucho más tranquilos y relajados. Suele pasar que cuando decidimos meditar, en ocasiones, nos generamos expectativas de lo que vamos a poder sentir, sin embargo, es mucho más potente una meditación a la que llegas sin expectativas, pero abierto a sentir paz, a escuchar tu interior lleno de sabiduría. Si sientes que las expectativas se van creando casi sin control, no las apartes, escúchalas y luego suéltalas mientras te dices a ti mismo alguna frase que tenga significado para ti, por ejemplo "me abro a escuchar", "me abro a sentir", de esta forma, conectarás mucho mejor con tu Ser interior porque estás dándole la orden de que así has elegido que sea.

- ¡IMPORTANTE ACLARAR! Durante la meditación NO estás entregando el control de tu cuerpo a nada ni a nadie, solo se trata de alcanzar una profunda concentración en ti, por lo tanto, estás fuera de peligro en todo momento. Esto es importante que lo tengamos claro.
Deseo que te haya dado luz en relación al tema de meditar, y vayamos liberando miedos, que nosotros mismos nos creamos para tener la excusa perfecta para así no encontrar en nosotros la grandeza de nuestro interior, la grandeza que somos.
No permitas que el miedo te frene.
Confía en ti.

Por Pilar María Ruz Serrano